Tierras del Lince

Tierras del Lince

jueves, 25 de septiembre de 2014

FREAKONOMICS, el lado oculto de la economía.



Inauguramos la sección de crítica de documentales con una entrada escrita por Marina, colaboradora habitual de ZIES.


Título del Documental: FREAKONOMICS.
Año: 2003.
Duración: 93 minutos.
Calificación: Entretenido, te mantiene ahí sin quemar tu cerebro.
Dónde verlo: https://www.youtube.com/watch?v=_0Xo3WHwq4E


Comentario:

Freakonomics lleva a lo visual el libro homónimo de 2005 escrito por el economista Steven Levitt y el periodista Stephen Dubner, para los que os dé pereza leer o hayáis encontrado antes el documental que la versión escrita. Este documental se divide en cinco partes, de las cuales cuatro incluyen pequeños cortos que desarrollan la idea a tratar. La quinta parte es el cierre por parte de los autores.


1. Crianza
El corto incluido para hablar de la crianza de los hijos da por hecho que todo padre quiere lo mejor para sus hijos (esa supuesta verdad universal de la que el día a día muchas veces nos hace dudar), y el inicio de este amor y búsqueda de un destino apropiado, empieza con la elección de nombre. Así, se inicia un análisis de los nombres con más posibilidades de dar un destino favorable a su poseedor, comparando las comunidades blancas y negras de Norteamérica. En esta parte descubrimos un paralelismo entre el consumo de bienes según clases establecido por Bourdieu en su obra La Distinción y el “mercado” de los nombres. De la misma manera que los bienes que empiezan a ser comunes entre la clase media empiezan a ser degradados entre las clases altas, así los nombres que se “vulgarizan” dejan de designar a los retoños de las familias de alta cuna. En el caso de la población negra, por otra parte, la distinción se busca mediante la originalidad y el objetivo es manifestar unas raíces raciales y culturales. El nombre como primera manifestación de la adscripción a una comunidad.

2. Haciendo trampa: Corrupción pura
Este título lo deja más claro… Pero aun así, el corto os sorprenderá, pues no habla de políticos, que es lo que asociamos a corrupción en estos días, sino del mundo del sumo. Para ejemplificar, eso sí, cómo al disfrazar algo de puro, queda fuera de duda su transparencia, su honestidad. Cuando vemos cómo se las gastan los japoneses para mantener intacto el aire de pureza de este noble arte, nuestra mente evoca a la aclamada serie The Wire, que muestra sin reparo cómo desde los cuerpos de seguridad estatales se puede jugar con las estadísticas para hacer ver cómo descienden los números de crimen y delitos en general, de manera tal que la sociedad vea que cumplen de forma eficiente su función y se sienta segura. Sí, amigos, la realidad supera la ficción y escoger para resolver los casos más fáciles, dejando otros cerrados chapuceramente y sin investigación, no es sólo cosa del Baltimore de McNulty.
Entre los sociólogos esto no debería extrañarnos, pues ya sabemos eso de Fuerza los datos y la naturaleza confesará (dicho sociológico oído por primera vez a Mikel Ochoa).

3. Causas y efectos: No siempre es una vida maravillosa.
Con el trasfondo de la navideña película Qué bello es vivir (título en inglés It’s a wonderful life, se juega con él para el título de este corto, llamado It’s not always a wonderful life en el original), se establece una asombrosa relación entre la disminución de las tasas de crimen y delincuencia, y la legalización del aborto. No doy más detalles, véanlo y verán que es pura lógica.

4. Incentivos: ¿Puede alguien de 9º ser sobornado para tener éxito?
Aquí se resume un experimento de la Universidad de Chicago consistente en pagar a chicos de 9º si cumplen con unos mínimos y suben, así, sus desastrosas notas. Sí, caben muchas cuestiones morales, la primera es que estamos premiando a los chicos por hacer algo que es su deber, digamos. ¿Qué pasa con los que ya lo hacen?, ¿no merecen también algo de pasta? Pero bueno, no es importante detenerse en estos dilemas éticos, pues veremos que hay cuestiones cuya desaparición o persistencia no depende únicamente de incentivos materiales, sino que hay que trabajar con algo mucho más importante: la motivación interna.

5. Y ahora qué.

Levitt y Dubner concluyen exponiendo que su objetivo no es otro que hacernos repensar y generar preguntas diferentes gracias a una nueva perspectiva. ¿Lo han conseguido contigo?


No hay comentarios:

Publicar un comentario